c. El diagnóstico como unidad de análisis y síntesis de la situación problema,d. Un diagnóstico nunca es algo terminado es un "instrumento abierto" que siempre está haciéndose, e. Un diagnóstico adquiere su significado más pleno en la medida en que se hace una adecuada contextualización de la situaci6n-problema diagnosticada
c. El diagnóstico
como unidad de análisis y síntesis de la situación problema
El diagnóstico debe ser una
unidad de análisis y síntesis de la situación-problema que sirve de referencia
para la elaboración de un programa de acción. Consecuentemente, en el
diagnóstico se debe hacer una descripción de los elementos y aspectos integrantes
de una realidad que es motivo de estudio. Pero al mismo tiempo, hay que
establecer la interconexión e interdependencia de los mismos, de modo que las
panes queden estudiadas como constituyendo un todo estructurado e indisoluble.
Lo que en un momento es separado
a los efectos del análisis (éste consiste precisamente en examinar las panes de
un todo) luego hay que integrarlo para mostrar el lugar y papel de cada parte
en el sistema de una totalidad. en la que existe una unidad dialéctica
indisoluble de cada uno de los elementos. En otras palabras, de lo que se trata
es de aplicar simultáneaf1.1ente dos métodos lógicos: el análisis y la
síntesis. De este modo el diagnóstico es un cuerpo de conocimientos analíticos/sintéticos,
pertenecientes a una realidad concreta y delimitada sobre la que se quieren realizar
determinadas acciones planificadas y con un propósito concreto.
d. Un diagnóstico
nunca es algo terminado es un "instrumento abierto" que siempre está haciéndose
Un diagnóstico debe estar abierto
a incorporar nuevos datos e información, nuevos ajustes derivados de nuevas
relaciones e interdependencias que se establecen a partir de los datos
disponibles o de nuevos datos que se van obteniendo.
Desde esta perspectiva, el
diagnóstico constituye una fase o momento del proceso metodológico -y a la vez
un instrumento operativo que se va completando y enriqueciendo de manera
permanente. Toda intervención en la realidad genera una dinámica que va planteando
nuevos interrogantes va reformulando problemas y va haciendo luz sobre
cuestiones que no se habían considerado suficientemente, o simplemente eran
lagunas del diagnóstico.
Y, en la medida en que el proceso
de trabajo es verdaderamente participativo, la misma gente va a abrir nuevos
horizontes de problemas que permitirán descubrir áreas o aspectos no
explorados, señalar deficiencias e ir rectificando y apoyando nuevos elementos
que enriquecen y mejoran el diagnóstico.
Este carácter de "instrumento
abierto" o de "herramienta de trabajo no terminada" que tiene
todo diagnóstico, conduce a una reelaboración permanente del mismo, enriquecido
a su vez por la relación entre el trabajador social y las personas con las que
y para las que trabaja; más aún si se emplean métodos y técnicas de
intervención social participativas.
Para resumirlo brevemente hacemos
nuestras las palabras de Mary Richmond cuando afirma: "El diagnóstico
completo de hecho el diagnóstico correcto no siempre es posible, ni siquiera
cuando se dispone del tiempo suficiente. Ningún diagnóstico es definitivo."
Pues los descubrimientos tardíos de un caso o situación pueden contribuir a
aclarar y comprender mejor las causas del mismo y sus factores condicionantes
por lo que "no es ningún disparate afirmar que la investigación continúa a
medida que lo hace el tratamiento" y durante todo el proceso de
intervención.
e. Un diagnóstico adquiere su significado más pleno en la medida en que
se hace una adecuada contextualización de la situaci6n-problema diagnosticada
En otras palabras: el problema en
sí (que ha sido estudiado e investigado) debe ser contextualizado como un
aspecto de la totalidad social del que forma parte. Para esta
contextualización, proponemos un abordaje sistémico/ecológico/dialéctico.
Veamos en qué consiste.
Entendemos por
"sistema" a un todo unitario y organizado compuesto de dos o más
panes (elementos. componentes o subsistemas) que por su misma naturaleza,
constituyen una complejidad organizada. Todo sistema puede considerarse, a la
vez, como un todo o como parte de un
todo mayor. No se puede cerrar un sistema como totalidad, sino que hay que
considerarlo entre los sistemas de sistemas de qué forma parte.
Decimos, en primer lugar, que el
modo de abordaje debe ser sistémico. La realidad es sistémica, los problemas
son sistémicos; consecuentemente, el modo de abordaje debe ser sistémico. Cada
hecho, fenómeno o proceso que se analiza y cada acción o intervención que se
propone, debe ser considerada como un aspecto de la totalidad social de la que
forma parte solo dentro del sistema que lo incluye, se entiende la
significación última de algún aspecto de la rea1idad.
Afirmamos una segunda dimensión de
este modo de abordaje, diciendo que es ecológico, porque un enfoque que
considere los problemas sociales ha de tener en cuenta que nada ocurre de modo
aislado. Nada ni nadie actúa en completa independencia. En la realidad social
existe una complicada red de intercambios y retroacciones, a la que puede
aplicarse una de las leyes de la ecología que dice: "todo está relacionado
con todo" o "todo está relacionado con lo demás".
Este enfoque o perspectiva es
válido para los modelos de intervención social. El tratamiento de los problemas
(individuales, grupa1es o colectivos) que no tenga en cuenta los efectos,
interacciones y retroalimentaciones que existen entre los diferentes
subsistemas, es un modo de abordaje de la rea1idad que se considera inadecuado
para la interpretación y comprensión de los fenómenos y procesos sociales, y
para actuar sobre ellos.
Todo esto puede formularse de una
manera mucho más precisa, teniendo en cuenta la distinción de los diversos
niveles ecológicos que propuso Urie Bronfenbrenner. Siguiendo a este autor se
pueden distinguir cuatro niveles:
- El macro sistema que, a veces,
se llama la escala macro social. Constituye el marco general más englobante.
- El exosistema: se trata de un
marco más inmediato, donde el individuo o grupo desarrolla su vida, pero 'en el
que no interactúa "cara a cara". Sin embargo, en ese marco
"pasan cosas que les afectan" o que inciden en sus vidas. En este
ámbito se da una multiplicidad de planos y niveles de intercambios,
interacciones y retroacciones en las que están inmersos aquellas, que son los
destinatarios de los programas, actividades o servicios sociales.
_ El mesosistema: constituido por
el conjunto de microsistemas que configuran redes de interacciones y que supone
que el individuo o grupo actúa en una multiplicidad de marcos.
El microsistema,
donde los individuos y grupos actúan “cara a cara". Es un ámbito de
cercanía vital, como es la tarea en el aula dentro de una escuela, la relación
en el seno de una familia, etc.
Estos cuatro niveles pueden expresarse
gráficamente del siguiente modo:
MACROSISTEMA
EXOSlSTEMA
MESOSlSTEMA
MICROSISTEMA
Y el modelo es también
dialéctico, en cuanto procura captar el movimiento mismo de la realidad, cuyas partes
están en relación activa, causada por el choque de los contrarios. Este
abordaje supone:
• Un enroque holístico o totalizador, donde cada elemento de la realidad
es captado en su articulación dinámica con el conjunto o sistema global. Desde
una perspectiva holística, el todo determina la naturaleza de las partes, y las
propiedades de éstas se explican a partir de las propiedades del todo, sin que
ello agote la explicación de las partes.
• Superación de la dicotomía teoría y práctica, como si fueran elementos
contrapuestos Y no interrelacionados. Lo que Importa cuando se realiza un
diagnóstico de cara a una intervención social es tener en cuenta la
reciprocidad de funciones entre una y otra.
• Pensamiento crítico, puesto que
la realidad no solo es "lo dado", sino también "lo posible"
que hay que proponer y realizar. Se trata como diría Mannheim, de trascender la
realidad en su "forma histórica concreta de existencia social", para
ser capaces de pensar un futuro diferente.
• Función desmitificadora que consiste en quitar los
"velos" que encubren la realidad y que permiten servidumbres sin que
nadie se aperciba de ello. La realidad comienza a ser desmitificada desde el
momento en que comenzamos a dudar de que "lo dado" es lo que
"debe ser".
• Perspectiva utópica, en cuanto desentrañamiento e invención de un
futuro diferente. El pensamiento utópico se apoya en la realidad
histórico-social del presente pero polarizado por el horizonte de un futuro
inédito pero deseable. Este carácter de la utopía es un factor dinamizador y de
cambio social.
Dicho esto, Sabemos subrayar un
par de cuestiones que, no por obvias, dejan de ser importantes. En la realización
de la tarea de contextualización de una situación problema, fácilmente pueden
cometerse dos tipos de errores:
- Excesiva preocupación por
explicar la totalidad, con lo cual el diagnóstico queda perdido en las
consideraciones generales sobre la situación contextual. A veces se dicen
generalidades que ya se conocen y no se agrega nada al diagnóstico de una
situación concreta.
- Inadecuada presentación de la
realidad que no permite contextualizar el diagnóstico: un análisis de la
realidad social presentado de manera atomizada, fraccionada o dispersa
difícilmente brinda elementos para descubrir relaciones a interconexiones que
permitan contextualizar los problemas y necesidades dentro de la situación más
amplia que los condiciona.
Extrema generalización en tomo a
problemas globales que no se relacionan directamente con el diagnóstico, en un
caso; inadecuada e insuficiente contextualización, en el otro.
Todo lo dicho referente a la
contextualización de un diagnóstico, podemos resumirlo en el siguiente cuadro:
CONTEXTO
ANTECEDENTES
PROBLEMA EN SI
PRONÓSTICO
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